La inauguración de mi blog no podía ser diferente, sin mencionar y honrar a quienes me dieron la vida: mamá “Paula” y papá “Dario”.
Pareciera una frase fácil de decir, pero quiero confesarte que he estado mucho tiempo enojado con ellos (hasta sin hablarles), pues mi parte racional no podía comprender su accionar, hasta que llegó a mi vida la filosofía de las Constelaciones Familiares. “Posta, me transformó la vida”
Y si hablamos de transformación, tampoco podría dejar de recomendarte un libro que me marcó mucho al incursionar en el maravilloso mundo de las Constelaciones Familiares: “¿Dónde están las monedas?” de Joan Garriga Bacardí, en el que se plantean las claves del vínculo logrado entre hijos y padres.
En este libro el autor nos invita a tomar las monedas de nuestros padres, como un proceso de reconciliación profunda con la vida y con nosotros mismos.
Hay una razón poderosa que puede empujarnos a iniciar la tarea de restaurar el amor con quienes nos dieron la vida: sólo podremos amarnos a nosotros mismos cuando logremos amarlos y honrarlos a ellos.
En lo más profundo de cada uno de nosotros, por más grandes que hayan sido nuestras heridas en la infancia, los hijos seguimos siendo leales a nuestros padres y los interiorizamos dentro de nuestro ser. De algún modo, conectamos con una fuerza que nos hace ser como ellos. Por eso, en el momento en que logramos ser capaces de amarlos, honrarlos, dignificarlos y respetarlos, entonces podemos hacer lo mismo con nosotros mismos y ser libres. Es muy sencillo: nos encadena lo que rechazamos y sólo lo que amamos nos hace libres.
Realmente fue un camino de ida para mi leer este libro, ya que tuvo un fuerte impacto en la manera en la que me estaba vinculando con mis padres.
Además, la experiencia fue mucho más enriquecedora ya que tuve la posibilidad de conocer personalmente al autor, con quien tuve la oportunidad de vivenciar mi primera constelación familiar grupal en España, y la lista de emociones bonitas que atravesé en ese momento fue infinita. Te sugiero de todo corazón que te animes a vivir esta aventura de conexión con la vida; son 60 páginas que querrás leer una y otra vez.
Deseando que puedas resignificar la relación con la figura de tu padre y madre, nos vemos la próxima.
Ramiro
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