En mis reflexiones anteriores de este valioso blog, te contaba sobre la energía del dinero en torno a los sistemas familiares y cómo su abundancia o escasez puede estar anclada a lealtades o dinámicas disfuncionales del clan. Hoy quiero ir un poco más allá…
¿Sabías que el vínculo con el dinero también está ligado a la relación que la persona tenga con la figura de la madre?
Según la mirada de las Constelaciones Familiares, el dinero, la madre y la vida son energías equivalentes. Seguramente estarás pensando, ¿y qué tiene que ver mi madre en mi relación con el dinero? Tiene mucho que ver, ya que tomar a nuestra madre tal como es, nos conduce a fluir en la vida y a recibir todas sus bondades, incluido el dinero.
“Cómo tratamos a la madre, así nos trata la vida y el dinero”. Bert Hellinger
El dinero es energía de vida y a nivel sistémico, es una metáfora de la madre. En la medida en que exijo a mi madre, exijo al dinero. En algunas dinámicas se ve muy claro cuando el hijo/a se acerca internamente a la madre, aceptándola como es y agradeciéndole la vida, y es entonces cuando el dinero comienza a estar más disponible en la vida.
Me parece interesante destacar que el dinero no se queda con nosotros cuando le exigimos, sino cuando se siente respetado y agradecido. No se puede respetar y agradecer el dinero si no lo hemos hecho antes con nuestra madre. Quién está enfadado con el dinero, está enfadado con la madre o con su destino. Nuestra relación con el dinero es un espejo de si hemos aceptado incondicionalmente a nuestra madre tal como es o es necesario trabajar el vínculo.
Por eso, hoy te invito a que puedas tomarte un momento de reflexión y mirada interior para ponerle palabras a la pregunta: ¿cómo está el vínculo con tu madre hoy?
¡Hagamos un ejercicio!
Te invito a que cierres tus ojos, hagas varias respiraciones profundas y te permitas sentir cómo está tu cuerpo, dejando que los pensamientos vayan y vengan.
Luego imagina que delante tuyo tienes a tu madre, mírala a los ojos y solo conecta con su mirada respirando profundamente 8 veces.
Al finalizar la práctica, te sugiero que puedas escribir sin filtros todo lo que haya aparecido: sensaciones, emociones, imágenes… todo, hasta el último detalle, cerrando esa carta escribiendo: “Gracias, mamá, por darme la vida. Te honro y valoro a ti, y a todos tus ancestros.”
A mi me gusta mucho cerrar este acto psicomágico quemando la carta, pero tú puedes hacerlo como sientas.
Si te interesa ir más profundo, sanar el vínculo con tu madre y la equivalente energía del dinero, te invito a constelar en un espacio de respeto y amor para nuestros procesos internos.
Te dejo un abrazo.
Ramiro
🙂